jueves, 10 de septiembre de 2015

El sorprendente pollo sin cabeza

Érase una vez un pollo que vivió sin cabeza durante año y medio...


Corría el año de 1945, justo era un día como hoy, 10 de septiembre, cuando Lloyd Olsen y su mujer Clara estaban matando pollos en su granja de Fruita, en Colorado, Estados Unidos. Él decapitaba a las aves y ella las limpiaba. Aproximadamente 40 o 50 aves pasaron por el filo del hacha de Olsen, sin embargo, hubo una que se rebeló y siguió caminando luego del hachazo.
Corría y corría sin parar.

Los granjeros no sabían qué hacer, por lo que lo dejaron pasar la noche en una caja de manzanas, pero a la mañana siguiente "la maldita cosa seguía viva", dice Troy Waters, bisnieto de la pareja.

Es posible que un pollo siga vivo 15 minutos, pero no 18 meses más...

Olsen llevó los pollos al mercado del pueblo para venderlos, también llevó al ave descabezada y comenzó a apostar por cervezas u otras cosas que tenía un pollo vivo sin cabeza. 
El rumor corrió como la pólvora por Fruita.
Poco después, el diario local envió un reportero para entrevistar a Olsen, y dos semanas más tarde, se le acercó un promotor de espectáculos llamado Hope Wade, de Salt Lake City, en Utah, quien le hizo una propuesta: llevar el pollo Mike (como lo llamaron) al circuito de espectáculos de feria, para hacer dinero.

La situación económica por la que atravesaban los llevó a aceptar la propuesta.

Primero visitaron Salt Lake City y la Universidad de Utah, donde científicos sometieron al pollo a una serie de pruebas y decapitaron a varios a varios pollos para ver si alguno corría la misma suerte.

Gracias a Mike y su extraña condición, los Olsen viajaron por muchas ciudades de los Estados Unidos, haciendo una fortuna gracias a las presentaciones realizadas.

El trágico final


La primavera de 1947 trajo malas noticias para la pareja, puesto que, encontrándose de gira por Phoenix, Arizona, Mike no pudo burlar a la muerte por segunda ocasión y pereció.
Luego de la decapitación, al pollo lo alimentaban con líquidos y comida líquida directamente por el esófago, asimismo le limpiaban el moco de su garganta con una jeringa para evitar que se ahogara.
La noche en que murió, el ruido del animal ahogándose despertó a los Olsen, quienes acudieron a ver qué pasaba y corrieron por la jeringa, pero esta se había quedado olvidada en la feria, por lo que el tiempo que usaron para buscar alguna alternativa fue lo que mató a Mike por sofocación.

Lloyd Olsen tuvo dificultades para aceptar que su 'gallina de los huevos de oro' había muerto por un descuido suyo, y durante años dijo que lo había vendido a un hombre en el circuito de ferias. Poco antes de morir confesó la verdad.

Así fue como terminó la suerte de los Olsen y volvieron a su granja en Fruita.



¿Cómo pudo ser posible que viviera así?

La cabeza de los pollos no es idéntica a la de los humanos. 
La mayor parte de su cerebro está situada en la parte trasera del cráneo, y la herida hecha dejó prácticamente intacta esta parte, cortando únicamente el pico, los ojos, la cara y una oreja.
El 80 % de su masa cerebral y casi todo lo que controla el cuerpo del pollo, incluyendo el ritmo del corazón, la respiración, el hambre y la digestión, quedaron a salvo.

En el caso de Mike, el corte fue hecho en el lugar exacto, y un coágulo oportuno de sangre evitó que muriera desangrado.

¿Cómo ven? Sorprendente, ¿no?

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